¿DE NAZARET SALDRÁ ALGO BUENO?


La pregunta del pequeño William a su padre el techador es -¿Podemos cambiar las estrellas?- no se pueden cambiar las estrellas- contestó su padre, pero sí puedes cambiar tu propia estrella. Y así,  de esta forma el hijo del techador se convirtió en caballero. Sir William sería llamado. No de familia noble ni un título que lo avalara, pero sí con un corazón de caballero.
Lograr romper los paradigmas que nuestra cultura nos ha establecido es nuestro gran desafío, más cuando tienes que vivir con la estigmatización de tu color de piel, el origen de tu familia, la ciudad en la que naciste y el barrio en el que creciste. Porque Según los análisis sociales debes ser una copia exacta de la cultura o el entorno social en el que has crecido.
Y es que ¿quién puede pensar que el que toca el arpa junto a las ovejas será el rey más amado de todo Israel, o ese que limpia los pisos de la cárcel mal oliente un día se convertirá en gobernador de todo un imperio?
Es imposible hacerles creer que traes un cambio significativo cuando tus padres han sido un pésimo ejemplo de vida. Sino, preguntémosle al pequeño Josías. Quizá estemos condenados a cometer los mismos errores que nuestros antepasados, quizá no haya otro camino y tengamos que ser más de lo mismo.
O por lo contrario, estamos aquí para escribir una nueva historia, para decir que el hijo del techador finalmente se hizo caballero, que el que cuida ovejas se hizo rey y el de la cárcel salvó al imperio siendo gobernador. El hijo del rey corrupto se puso en pie diciendo “lo que enseñaron nuestros padres, yo no lo enseño. Lo que abrazaron ellos yo lo rechazo.” Y de esta forma iniciar un gobierno agradable a los ojos del Creador.
Pero ¿qué de bueno puede venir de Nazaret? ¿No es este el hijo del carpintero? Su origen es cuestionable, la Galilea de Los gentiles no es de fiar. ¿Qué se puede esperar de una tierra de tantas mezclas?
Lo que no saben es que este hijo del carpintero, viene del vástago de David, heredero legitimo del reinado de Israel y más que eso, es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo. No solo algo bueno salió de Nazaret, salió de allí la luz que iluminó al mundo y la sangre que pagaría por la culpa de todos.
Ahora, no estoy aquí para decirles que soy el mejor. No vengo de familia prominente ni de un estatus social elevado. Crecí en una zona de conflictos y estigmatizaciones. Pero una cosa es cierta, después de mí, habrá una historia distinta que contar en mi familia y no descansaré hasta que sea cierto.

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